Los Beatles fueron pioneros en la tecnología de grabación

Paul McCartney, quien en pocas horas se presentará en Bogotá, describía así la actitud de los Beatles frente a la experimentación con la tecnología de grabación de sonido. Le decían al productor: “‘Inténtalo. Sólo inténtalo para nosotros. Si suena mal, OK, no lo usamos. Pero podría sonar bien’. Siempre estábamos tratando de ir más allá”.

Esa actitud le permitió al cuarteto de Liverpool desarrollar técnicas de grabación de sonido que hoy son estándares de la industria discográfica. Así se desarrollaron algunas de ellas.

Doble ‘tracking’ automático (Automatic Double Tracking).

John Lennon detestaba tener que cantar dos veces la misma canción. Sin embargo, debía hacerlo: al sobreponer las dos grabaciones se lograba que la voz tuviera un ligero efecto de eco que los Beatles querían tener en sus grabaciones. Para no aguantar las constantes quejas de Lennon, aKen Townsend, el ingeniero de sonido de los estudios Abbey Road, se le ocurrió que si reproducía la misma pista con un ligero retraso una de otra, obtendría el mismo efecto.Funcionó, y hoy esta práctica es usual en los estudios de grabación.

‘Sampling’.

La primera vez que se usaron grabaciones de otros instrumentos, se segmentaron y se volvieron a unir en un orden distinto fue en Yellow Submarine. Allí, George Martin -el productor conocido como ‘el quinto Beatle’- y Geoff Emerick -ingeniero de sonido- tomaron el sonido de una banda marcial de vientos y lo reorganizaron.

En otra ocasión, los Beatles querían que Being for the Benefit of Mr. Kite evocara el ambiente de un circo. Para ello, le pidieron a EMI, su discográfica, que les consiguieran un calíope, un costoso órgano de vapor tan grande que debe viajar en un remolque. No fue posible conseguirlo, lo que llevó a Martin a grabar varios sonidos de órgano y hacer lo mismo. Hoy, la técnica esta tan difundida que cualquiera puede hacerla con una aplicación móvil.

Grabaciones en reversa.

Hoy es común ver que los artistas incluyan grabaciones al revés. A veces lo hacen al final de sus discos, lo que le da pie a algunos paranoicos para afirmar que se trata de mensajes subliminales. La primera grabación pop que usó esa técnica también fue de los Beatles. De hecho, la historia dice que fue un accidente: En Tomorrow Never Knows, Lennon -bajo la influencia de la marihuana- presionó por accidente el botón de reversa de su grabadora. Le gustó tanto el resultado que decidió incluir el sonido en la canción.