La idea de Paul McCartney para los Beatles que John Lennon llamó 'tonta'

Cuando alcanzas el nivel de fama que adquirieron The Beatles en la década de 1960, existe una sensación de libertad y peligro que impacta tu producción creativa. La libertad, por supuesto, viene con la fortuna y la fama como la 'F' terciaria que pocos mencionan. El dinero en su bolsillo y los fanáticos en su puerta siempre es probable que generen una confianza consolidada en la capacidad de uno para seguir adelante con el camino que trazó antes de la adoración. Por supuesto, cuanto más alto vayas caminando por la cuerda floja de la música pop, más pronunciadas serán las caídas a ambos lados de la barra de equilibrio.

Paul McCartney fotografiado con su bajo Hofner durante los ensayos el día antes de la primera aparición de la banda en The Ed Sullivan Show en el Studio 50 de CBS en la ciudad de Nueva York el 8 de febrero de 1964

Afortunadamente, para los Fab Four de Paul McCartney, John Lennon, George Harrison y Ringo Starr , el grupo nunca pareció demasiado dispuesto a mirar hacia abajo y hacer que sus piernas se tambalearan. En cambio, defendieron una amplia variedad de conceptos y creaciones diferentes para mantener fresca toda su producción. Amarlos o despreciarlos, no se puede descartar la integridad artística de la banda y el deseo de evolucionar constantemente, pero eso no significa que no hayan estado exentos de errores.

The Beatles en 1963

A lo largo de su carrera, hubo muchos momentos en los que la banda recordaría con un bufido de burla, y John Lennon fue vocalmente desdeñoso con la mayor parte del trabajo anterior de la banda. Pero hubo una idea de Paul McCartney que Lennon rápidamente descartó como "tonta" sin importar cuánto sentido tuviera.

The Beatles posando en una escalera en 1964

La idea de McCartney se centró en que la banda volviera a su zona segura por una vez. El grupo había retirado su agenda de giras en 1966, pero a medida que se acercaba el álbum final y la banda parecía preparada para tomar caminos separados de una vez por todas, McCartney tenía un fuerte deseo de subir al escenario como lo habían hecho antes de la fama.

Princess Margaret estrecha la mano de George Harrison, Paul McCartney y Ringo Starr en el estreno de su última película 'Help el 29 de julio de 1965

Antes de llamar la atención de todo el mundo, The Beatles eran una banda de club muy trabajadora. Felices de tocar durante horas y horas, los Fab Four fueron incansables en la entrega de himnos rebotantes. Ya sea en el famoso Cavern Club o durante su embriagadora estadía en Hamburgo, los Beatles siempre hicieron un cambio. Fue un momento que, en 1969 y 1970, parecía absolutamente idílico. Harían un espectáculo sin problemas y sin fama, y ​​sería solo un grupo de muchachos de Liverpool tocando algunas melodías y pasando un buen rato.

The Beatles durante los ensayos para su aparición en The Ed Sullivan. Exposición en el Studio 50 de CBS en la ciudad de Nueva York el 9 de febrero de 1964

"Antes de que John dejara a los Beatles, yo estaba acostado en la cama en casa una noche y pensé que podríamos formar una banda, como su Plastic Ono Band", recordó McCartney. “Sentí la necesidad porque nunca habíamos tocado en vivo durante cuatro años. Todos queríamos aparecer en un escenario pero no con los Beatles. No pudimos hacerlo como los Beatles porque sería muy grande. Tendríamos que encontrar una sala de un millón de asientos o algo así ".

The Beatles, sensación del rock and roll de Gran Bretaña, llegando al Aeropuerto Internacional Kennedy el 7 de febrero de 1964

Es cierto. La fama de la banda había crecido a una altura tan fenomenal que incluso contemplar una gira sería fácilmente una de las cosas más estresantes que la banda hubiera planeado. Durante todo ese tiempo, el grupo prácticamente se estaba desgarrando en preparación para su aparentemente inevitable división. McCartney quería deshacerse de todo eso y concentrarse en la emoción de tocar en vivo.

The Beatles se presentan en el escenario del Cavern Club el 22 de agosto de 1962

“Quería subirme a una camioneta y hacer un concierto no anunciado en un salto el sábado por la noche en Slough Town Hall o en algún lugar así”, continuó. La idea era que la banda operara como una banda encubierta, como él explicó: “Nos llamábamos Rikki and the Red Streaks o algo así y simplemente nos levantábamos y tocábamos. No habría prensa y no se lo diríamos a nadie. John pensó que era una idea tonta ".

The Beatles actúan en el escenario del Cavern Club en febrero de 1961 en Liverpool, Inglaterra

Fue una idea arrancada de los confusos recuerdos de los primeros días de The Beatles. McCartney continúa: “Mis mejores días de tocada fueron en las sesiones de almuerzo de Cavern. Salíamos al escenario con un rollo de queso y un cigarrillo, y sentíamos que realmente estaba pasando algo. Los amplificadores solían fundirse y paramos y cantábamos un comercial de Sunblest Bread mientras los reparaban ".

Paul McCartney en Studio 2 en Abbey Road en Londres durante la sesión de grabación del single 'She Loves You', el 1 de julio de 1963

Si esa imagen feliz no te hace perder los ojos, entonces la siguiente lo hará. McCartney, aparentemente anhelando su antigua vida, antes de que la fama realmente golpeara, recordó: “Caminaba por la calle tocando mi guitarra y molestando a los vecinos. No podría hacer eso ahora, pero es lo que quiero hacer con este nuevo grupo ". Por supuesto, con Wings, McCartney no lograría las pintorescas salidas nocturnas mencionadas anteriormente. Pero Macca todavía está de gira hasta el día de hoy, cumpliendo su promesa de volver al rock siempre que pueda.

The Beatles en los estudios de televisión Elstree durante una grabación de 'The Morecambe and Wise Show' el 2 de diciembre de 1963

John Lennon ha tenido muchas ideas geniales a lo largo de los años, ha estado detrás de algunos de los mejores esfuerzos artísticos y ha proporcionado un sentido de justicia social que pocos habían tenido en cuenta en su apogeo. Pero hay que decirlo, decidir no viajar como Rikki and the Red Streaks es uno de sus peores intentos por preservar su arte. En cambio, solo tendremos que imaginar qué pasaría si y deleitarnos con su icónico rendimiento en la azotea de 1970.

Ringo Starr Y Paul McCartney en Granville Studios en Fulham, Londres, el 3 de octubre de 1964