miércoles, 7 de junio de 2017

The Beatles: definitiva revolución al ámbito musical del orbe

Sin importarle insultos de inexpertos o ácidas críticas de especialistas, The Beatles lanzó hace ya medio siglo un álbum que revolucionó los cánones musicales de una época de por sí ya vuelta al revés por el excepcional cuarteto británico.
Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band vio la luz el 1 de junio de 1967 y, de inmediato, el mundo reconoció el destello de los genios.


Lo entonces insólito llegó al mercado con fuerza inusitada. A pesar de la aún limitada tecnología, cada una de las piezas incluidas en el disco rompió, de una manera u otra, con lo realizado hasta el momento por ellos y con el resto de la corriente "rockanrolera" imperante.

En 1966, en su álbum Revolver, los llamados chicos de Liverpool hicieron un primer intento experimental con la inclusión en la pieza Tomorrow Never Knows, de John Lennon, de una variada gama de trucos tecnológicos, la mayoría creada especialmente para satisfacer sus propios requerimientos artísticos.


Pero fue Sgt. Pepper's... el encargado del "boom" definitivo. Coherencia musical única, fue el veredicto de los conocedores para este disco, aunque en las letras se notaba el influjo de una filosofía algo disonante, lo cual despertó cierto recelo.
En suma, y a pesar de los pesares, ese álbum fue el de mayor significación de The Beatles, y hasta se llega a asegurar que en toda la historia de la industria discográfica.


Lo componen 13 piezas -la que lo titula se repite-, de las cuales seis se debieron a la inspiración de Paul McCartney, cuatro a la de Lennon, una a la de ambos y la restante al intelecto de George Harrison.
La canción que da nombre al álbum fue de la inspiración de McCartney utilizando -además de los instrumentos tradicionales del grupo- la sobregrabación de cuatro cuernos franceses, variados efectos sonoros como los de una banda afinando sus instrumentos y aplausos y risas de público.


Cuenta, sobre todo, con una escalofriante interpretación vocal de su autor, y es, evidentemente, la inspiradora conceptual del trabajo.
Escrita por Lennon y McCartney expresamente para el baterista del grupo, Ringo Starr (Richard Starkey), With a Little Help from my Friends fue una de las últimas en ser grabadas, pese a haberla empezado el 29 de marzo de 1967.


Al día siguiente estaba lista, y viene a ser una especie de zaga de su predecesora, cuenta con más efectos sonoros y, como singularidad, incluyeron los gritos del público asistente al concierto del grupo en el Hollywood Bowl, grabados entonces en ese escenario estadounidense.

Curiosamente, la canción ocupó dos veces el número uno en las listas de preferencias británicas de "singles" por otros intérpretes: primero por Joe Cocker en 1968 y 20 años después por Wet Wet Wet.


Para componer Lucy in the Sky With Diamonds, Lennon se inspiró en un dibujo de su hijo Julian, entonces con casi cuatro años de edad. El niño incluso tituló de esa forma su "obra de arte", en una suerte de imaginación musical de Alicia en el País de las Maravillas.


Su grabación y mezcla recibieron efectos a diferentes velocidades que le dieron a la canción una calidad etérea, en concordancia con su imaginativo lirismo.
Getting Better es una obra de Paul, con una pequeña ayuda vocal de John, que, como la anterior, incluyó el aporte de George tocando la tambora, instrumento de largo brazo, cuatro cuerdas, sin trastes, utilizado en la música de la India para provocar y mantener sonidos zumbantes.
Paul escribió y apareció de solista en Fixing a Hole. Lo curioso de esta es que la grabaron en dos estudios diferentes: London Independent Regent Sound y el ya acostumbrado punto de reunión de la EMI Records en Abbey Road.


Por primera vez en Gran Bretaña, The Beatles trabajó para EMI fuera de ese último local, lo cual de ahí en adelante se convirtió en una práctica más regular.
She's leaving home devino la gran balada del álbum, compuesta por McCartney. En su grabación no participaron los miembros del grupo como instrumentistas, pues los productores contrataron 10 músicos para tocar violines, violas, cellos, contrabajos y arpa.
Aparte de la voz principal de Paul, el otro único integrante del cuarteto presente fue Lennon, quien acompañó al primero ocasionalmente.
Los arreglos musicales en esta ocasión no correspondieron al llamado quinto Beatle, George Martin -quien tampoco dirigió su grabación-, sino a Mike Leander.


Excelente pieza de Lennon, beneficiada en buena medida por la espléndida atmósfera que rodeó su grabación en el estudio y la simple innovación de hacer cortes en la cinta y luego rearmarla un tanto caprichosamente, fue Being for the Benefit of Mr.Kite.
Su texto está inspirado mayormente en un antiguo "poster" que anunciaba la actuación de una compañía circense en Town Meadows, Rochdale, el martes 14 de febrero de 1843.


Within you Without you es una filosófica canción de Harrison, su única composición incluida en este álbum y última de sus dos piezas con música de la India grabadas por el grupo (la otra es Love you Too, de Revolver).
Los músicos fueron contratados en el Círculo de Música Asiática, del norte de Londres, aunque los instrumentos hindúes fueron ejecutados por el propio George (además de poner su voz) y un asistente de The Beatles nombrado Neil Aspinall. Completaron el conjunto ocho violines, tres cellos y una pequeña guitarra acústica.
En esta, última canción del disco en ser completada, no participó ninguno de los restantes Beatles.


Whem I'm Sixty Four fue la primera grabación en ser terminada. La compuso Paul algunos años antes, e incluso The Beatles la presentó acústicamente en el club The Cavern en una ocasión en que se rompieron sus amplificadores. Para el Sgt. Pepper's... la revivieron cuidadosamente pulida.
Comenzaron la grabación el 6 de diciembre de 1966, mientras Strawberry Fields Forever estaba en proceso y antes de empezar el de Penny Lane, ambas aparecidas inicialmente, en 1967, como "singles" y después en el álbum Magical Mistery Tour. 
Tres clarinetistas se sumaron para incrementar la instrumentación propia. En su proceso final de mezclado, tal y como ocurrió en Lucy in the Sky With Diamonds, la canción adquirió una velocidad considerablemente mayor.


Oda de Paul a una agente británica del tránsito, Lovely Rita fue inicialmente grabada el 23 de febrero de 1967 y completada con la sobreposición de un piano honky-tonk tocado por George Martin.
Como nota curiosa, un considerable eco en los audífonos empleados estimuló a The Beatles para adicionar al final de la canción efectos tales como quejidos, gemidos, suspiros y hasta los sonidos producidos por un peine y papel sanitario.


Para Good Morning Good Morning inicialmente Lennon se inspiró en un comercial de televisión sobre "corn flakes" que con el grupo convirtió en una historia de la vida cotidiana, completada con la referencia a una comedia de la TV británica de entonces titulada Conozca a la Esposa.
Su final es una sucesión de efectos sonoros de animales adicionados bajo la supervisión cuidadosa del propio autor, en un orden que da la impresión de que cada uno es capaz de devorar a su antecesor.


El reprise de Sgt. Pepper's... se aprecia como la más rápida y técnicamente simple del álbum. Esta repetición abreviada del tema de Paul fue grabada de principio a fin en una sola sesión el 1 de abril de 1967 con los cuatro integrantes del grupo cantando al unísono.


A Day in the Life aportó una pieza trascendente en todos los sentidos, combinando la fascinante letra de John y contrastantes momentos orquestales ideados por Paul, incluido el larguísimo acorde de piano y armonio que despacio se evapora dentro de un silencio y pone punto final al disco.
La grabación comenzó el 19 de enero, dos días después de aparecer una noticia en el periódico Daily Mail que inspiró parte de la letra a Lennon. 
Los masivos crescendos orquestales fueron grabados el 10 de febrero por 40 músicos, conducidos por McCartney, y regrabados cuatro veces, lo cual hizo que aparentara como si fueran 160 los intérpretes.
El final piano-armonio fue grabado el 22 de febrero, después que una idea inicial de concluir en un murmullo fuera desechada por inefectiva.
Aparece adicionado por pocos segundos el sonido de un silbato en una frecuencia inaudible para el oído humano, sugerido por John "especialmente para cualquier perro que pudiera estar escuchando".

The Beatles y Sgt. Pepper: una lección para repensar los negocios

Antes que un disco de rock, el álbum de los Beatles que cumplió 50 años, Sgt. Pepper, es una lección de adaptación creativa de la estrategia a la realidad del negocio central.


Para valorarlo no hace falta que le gusten Los Beatles, ni el rock y quizá ni siquiera es necesario que escuche el disco (pues si no es aficionado al rock de la época, probablemente no lo valore). Pero vale la pena entender por qué lograron hacer algo que no solo fue distinto, sino que cambiaron todo lo existente dentro de la industria y al arte de la época.

En medio de lo que se conoció como la Beatlemanía, reflejado en jovencitas histéricas dentro y fuera de los conciertos, los Beatles estaban cansados de giras en las que los gritos del público ni siquiera permitían al grupo escucharse a sí mismos en el escenario. El éxito los estaba matando musicalmente y todos estaban insatisfechos.


La tecnología disponible dificultaba superar las barreras en un concierto multitudinario, pero en el estudio de grabación y con los medios existentes, aun siendo una gran restricción, tenían forma de enfrentar el problema de manera creativa y controlable por ellos. De esta forma, surge un primer elemento: eliminar la mayor restricción existente (pues las canciones no se pensarían para ser tocadas en vivo), lo cual permitiría abrir espacios para crear algo nunca antes escuchado y con nuevos sonidos, para ser registrado en un disco que llevara la calidad de su música a la radio y a las salas de cualquier hogar del mundo.



En segundo lugar, dieron mayor protagonismo a técnicos expertos (el productor George Martin y el ingeniero Geoff Emerick) que, conociendo los límites de los recursos disponibles, les ayudaron a aterrizar sus ideas y a expandir los límites planteados por la tecnología de grabación. Esto les permitió pensar en recursos nuevos, no usados previamente en el rock (orquestas sinfónicas, instrumentos inusuales y sonidos experimentales, logrados partir de la ubicación de los micrófonos o cintas en reversa), e incursionando en géneros diversos (desde la música de India y orquestal hasta melodías de big band y de circo). ¿Cómo hacer más con lo que había? ¿Cómo hacer algo totalmente diferente con los recursos disponibles para romper el paradigma de la práctica generalmente aceptada? Como dijo Martin: la cuestión era “sentarse a pensar, pensar y pensar”.


En tercer lugar, realizaron un proyecto piloto con su siguiente sencillo que constaba de dos canciones (una de Lennon, Strawberry Fields Forever y una de McCartney, Penny Lane), en el que los dos miembros más creativos se retaron a sí mismos para obtener un producto que reflejara la visión inicial, aun si esto implicaba que estas no entrarían en el álbum final.


En cuarto lugar, manejaron siempre un plan flexible y adaptable. Si bien hubo una visión inicial, pues conceptualmente el álbum tenía intenciones de ir guiado según el orden de las primeras dos canciones (Sgt. Pepper y With a Little help from my Friends), donde se presentaba a una banda ficticia presentando una obra completa; la idea se abandonó prontamente. Cada experimento tomó vida por sí mismo, sin que el orden final de las canciones estuviera preconfigurado y planeado hasta el último detalle, con lo cual terminó siendo casi accidental. Importaba el espíritu del conjunto y una estrategia general que guiara el proyecto sin que se convirtiera en una limitación para la experimentación, lo cual se evidenció con mayor fuerza en la forma como se construyó A day in the life: llenando espacios vacíos (pues la canción inicial no estaba completa) e incorporando accidentes (como la imposibilidad de borrar de la pista de audio el sonido de un reloj despertador que daba paso a una segunda canción dentro de la misma pista), pero siempre de forma creativa (con una orquesta sinfónica improvisando y el grupo de ingenieros construyendo un sonido más electrizante).


Finalmente, no dejaron de tener en cuenta que estaban creando un disco para un público que solo tenía en casa un reproductor monofónico con mal sonido, que debía ser tenido en cuenta para lograr el efecto deseado. Querían sorprender a un público ansioso por escuchar algo nuevo, de parte de un grupo que muchos afirmaban estar colapsando, entregándoles algo tan novedoso que compitiera por encima de lo logrado acústicamente por las ingeniosas armonías, arreglos y sonidos de los Beach Boys en su álbum Pet Sounds, lanzado el año anterior.


A los empresarios y directivos les conviene aprender algo de este álbum, así no lo escuchen. Y es que cuando la bonanza termina y el negocio da señas de estarse agotando, muchas compañías han aprendido a regresar sobre su core business y reflexionar sobre lo más básico de sus orígenes, incluso si esto implica abandonar lo que pudo haber sido una estrategia exitosa, pero desgastante e inadecuada para los tiempos presentes.
Una vez definido lo que ya no se hará, conviene dedicar los recursos escasos donde puedan generar más valor, en lugar de seguirlos dispersando en múltiples actividades innecesarias.


Luego, es necesario revisar la estructura y replantear quiénes pueden hacer cabeza de actividades críticas y empoderar más a personas con espíritu creativo, pero, simultáneamente, con capacidad y ambición de ejecutar, probar y realizar lo pensado, corriendo riesgos y retando lo que se ha impuesto por tradiciones tercas que se vuelven obsoletas.


Es probable que las mejores ideas, las más innovadoras y mejor concebidas, surjan de esos momentos en que se vuelve necesario repensar el modelo de negocio, quitar mucho de lo que sobra y volver a entender el core business, que generalmente se pierde en una maraña de decisiones mal enfocadas que surgen fruto del éxito, el crecimiento desordenado, la ambición poco pensada y montones de recursos para desperdiciar sin mayores consecuencias a la vista.

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